Beneficios de la respiración profunda
Investigación en la Universidad de Stanford
La respiración profunda o la respiración lenta confiere calma y bienestar a la persona que la practica de forma regular.
Este tipo de técnica, donde la persona se acostumbra a tomar bocanadas de aire de forma profunda, reteniendo ese oxígeno y exhalándolo a la vez de forma más larga de lo habitual, es muy común en el yoga o en el mindfulness.
Son muy pocas las veces que nos detenemos siquiera a pensar “cómo respiramos”.
Científicos de la Universidad de Stanford han elaborado un interesante estudio donde se demuestra cómo nos puede beneficiar este tipo de respiración.
Mark Krasnow, bioquímico y director de este trabajo, nos explica incluso que se han identificado un pequeño grupo de neuronas que median entre este tipo respiración y la relajación, la atención e incluso la eficacia para regular las emociones y reducir la ansiedad.
Por ahora, la investigación confirma lo que la cultura humana ha sabido durante miles de años: si estás estresado, respira profundamente y deja que las neuronas de tu cerebro hagan la magia.
Estamos, sin duda, ante una estrategia sencilla y accesible que todos deberíamos practicar.Basta solo con abrir la boca y respirar profundamente, con calma y de forma pausada.
¿Ya lo estás haciendo? ¡Estupendo! A continuación te presentamos siete beneficios que puedes obtener de la respiración profunda , desarrollados por "Mejor con salud". ( Fuente : Mejor con salud )
1. Respiración profunda para regular el estrés y la ansiedad
La respiración es una acción que llevamos a cabo de forma involuntaria. Inhalamos oxígeno para obtener y crear energía a nivel celular.
Después, exhalamos dióxido de carbono, ese subproducto resultante de la respiración celular.
Este proceso casi mágico nos beneficia de forma notable siempre que se lleve a cabo de forma pausada, rítmica y profunda.
Algo que la mayoría ha experimentado alguna vez es que, cuando nos asustamos o cuando sentimos pánico, nuestra respiración se vuelve entrecortada y muy rápida.
Por su parte, la respiración profunda tiene la capacidad de regular el sistema nervioso parasimpático para estimular un estado de relajación: el corazón entra en calma, como la mente.
Al aportar a nuestro cuerpo oxígeno de forma más pausada, constante y regular, nuestros músculos dejan también de estar tensados.
Es entonces cuando el sistema simpático, por su parte, deja de enviar sus picos elevados de de cortisol y adrenalina a nuestro cuerpo.
Todo nuestro cuerpo y nuestra mente entra en un estado de calma muy adecuado.
2. Eliminamos toxinas
Este dato es interesante: nuestros cuerpos están diseñados para liberar gran parte de sus toxinas a través de la respiración.
El dióxido de carbono es un residuo tóxico natural que proviene de los procesos metabólicos de nuestro cuerpo y que, por tanto, debe ser expulsado de forma regular.
Sin embargo, cuando nuestros pulmones están acostumbrados a llevar a cabo respiraciones rápidas, no llegamos a expulsar del todo esos elementos de desecho.
Sería, por tanto, muy conveniente que tomáramos conciencia de ello, y que, al menos durante 2 o 3 veces por día, dedicáramos al menos 10 minutos a respirar de forma profunda.
3. Disminuimos la sensación de dolor
Algo que hacemos muchas veces de forma casi inconsciente cuando sentimos dolor es contener la respiración.
Es un mecanismo natural de nuestro cerebro cuando recibimos un golpe, un impacto, cuando somos heridos…
Prueba a contener la respiración unos segundos y respirar de forma profunda y pausada.
De este modo, liberaremos endorfinas, esos analgésicos naturales del cuerpo.
4. Nos ayudará a mejorar nuestra postura
Algo tan fácil como practicar la respiración profunda desde hoy mismo nos permitirá mejorar nuestro esquema corporal y, sobre todo, el eje espalda-cuello.
Al llenar nuestros pulmones de aire logramos estimular la columna vertebral para colocarla en una postura más armónica, equilibrada y correcta.
No dudes en probarlo.
5. Estimulamos el sistema linfático
El sistema linfático es parte esencial del sistema inmunitario del cuerpo y está compuesto por una compleja red de vasos linfáticos, tejidos, órganos y ganglios que cumplen gran cantidad de funciones.
Una de ellas, la que lleva a cabo el líquido linfático, es liberar de nuestro organismo los restos de las células muertas y otros desechos.
La respiración profunda nos ayudará a conseguirlo, al permitir que la linfa fluya de modo adecuado para que nuestro cuerpo pueda trabajar de manera más eficiente.
6. Cuida de nuestro corazón
Algo que es interesante saber también es que el ejercicio aeróbico (ejercicio cardiovascular) utiliza la grasa como energía, mientras que el ejercicio anaeróbico (entrenamiento de fuerza) utiliza la glucosa como energía.
Sin embargo, si cada día nos acostumbramos a practicar el “ejercicio” de la respiración profunda, estaremos llevando a cabo una fabulosa rutina de ejercicio cardiovascular.
Esta mejorará nuestra salud cardiovascular y nos ayudará a quemar células de grasa.
7. Mejoramos la digestión
La respiración profunda mejora nuestra digestión. ¿Adivinas de qué manera?
Muy sencillo. Al aportar a nuestro cuerpo más oxígeno y de forma más regular, se lo suministramos también a los órganos digestivos para que trabajen de forma más eficiente.
Además, aumentamos el flujo sanguíneo y estimulamos a su vez la acción intestinal.
Tampoco podemos olvidar que este tipo de respiración regula el sistema nervioso, de ese modo nos sentimos más calmados y la digestión se lleva a cabo de forma tranquila y eficiente.
¡Incluso absorbemos mejor los nutrientes!
Ahora, dinos. ¿Te has convencido ya de los increíbles beneficios de esta sencilla respiración? Empieza hoy mismo a practicarla, y te sentirás día a día mucho mejor.

Farmacia Carmen Torres Vinuesa
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